Conocimiento sobre el pensamiento y los estados mentales
Cuando los niños tienen edades de entre 3 y 5 años, empiezan a comprender que los pensamientos que tienen se forman dentro de su mente y también empiezan a comprender que éstos pueden ser reales o imaginarios. Por ejemplo:
Luisito empieza a darse cuenta de que ver, hablar, tocar y conocer es diferente de pensar.
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Cuando los niños están en etapa prescolar, presentan dificultades en comprender que las personas a su alrededor pueden pensar en palabras, o que pueden hablar consigo mismos dentro de sus cabezas, o a su vez que son capaces de pensar al mismo tiempo que observan, escuchan, leen o incluso cuando están hablando. Por otra parte, a esta edad ellos creen que pueden soñar lo que desean. Pero es a los 11 años que se dan cuenta que no pueden controlar sus sueños (Woolley y boerger, 2002). En este sentido, la cognición social, es la que les permite reconocer que otros tienen estados mentales, por citar algunos:
Intencionalidad: que hace referencia a que los estados mentales reflejan una actitud hacia determinado objeto o sujeto que le sirve de referencia, al respecto Daniel Dennet (1998) menciona que para poder explicar la intencionalidad de un sistema se pueden seguir 3 estrategias:
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Postura física: que intenta explicar el comportamiento de un organismo por medio de las leyes de la física, química, biología y más.
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Postura de diseño: que nos brinda un indicio sobre el comportamiento de un organismo en función de como ha sido diseñado para comportarse, aunque se aplica por lo general en objetos, como saber el comportamiento de un reloj despertador, también puede ser aplicado para predecir el comportamiento de seres biológicos.
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Postura intencional: predecir el comportamiento de un organismo en función del grado de interés que tiene en satisfacer sus deseos.
Intención: mediante la intención se provee de indicios sobre determinada actitud de un individuo, que no necesariamente tiene que ser verdad, lo que según algunos estudios le atribuyen como la capacidad que tiene la mente de generar mentiras y engaños a sí mismos y a los demás respecto a creencias falsas en relación a una determinada situación.
Recursividad: es la capacidad de representar estados mentales infinidades de veces, sobre estados mentales de otros, por ejemplo, “yo creo que Marco piensa que…”, “si Marta supiera que Juan piensa eso de ella, no se sentiría así”.
La regulación emocional: capacidad que tienen los individuos de disimular sus emociones o sentimientos en función de determinada situación social. En principio estas corresponden fielmente a la realidad, pero con el tiempo aprenden a regularlas a conveniencia. A su vez, el progreso de esta capacidad supone un gran paso en el desarrollo sociocognitivo del niño, por que comprenden que las apariencias a veces no corresponden a lo que socialmente han aprendido en la sociedad. Aquí entenderían la frase de “las apariencias engañan”, o “nunca juzgues a un libro por su cubierta”
